El aloe vera es una planta con múltiples usos y propiedades. Es originaria de la península Arábiga, desde donde se introdujo en Andalucía, en cuyos terrenos áridos y campestres podemos encontrarlas en estado salvaje, además de en floristerías.
Tiene una forma muy característica: sus hojas suelen ser alargadas y con pinchos alrededor. Si tocas sus hojas podrás comprobar que tienen un tacto suave, y, si las aprietas, se nota la existencia de algún líquido o gelatina en su interior. Cuando las hojas estén bien voluminosas, puedes cortarlas y extraerles la gelatina, que luego puedes usar haciéndola previamente líquida utilizando una licuadora.
Uso en animales
Esta gelatina es de aplicación en nuestros animales domésticos (perros, gatos, caballos, vacas , aves y otros pequeños animales) tanto externa como internamente, pero para aplicarla de esta última forma aconsejamos consultar antes a un veterinario.
Yo siempre la he usado como calmante, refrescante y analgésico. Por ejemplo, ha sido eficaz para aliviar quemaduras leves en mi perra y mis pájaros.
También podemos usarla como método contra el “picaje” de nuestra ave: al tener un sabor amargo, no pica sus plumas y su piel tanto como desearía. En estos casos, la cantidad que debes aplicar es mínima, la justo para que note ese amargor.
También sirve de repelente de parásitos y como cicatrizante. Si tu mascota tiene una herida, limpia esta última y luego aplica el aloe sobre ella.