Hoy hablaremos sobre estos pequeños animales que habitan en
madrigueras subterráneas excavadas por ellos mismos.
No es raro encontrarnos una madriguera cerca de un huerto o
en nuestra casa de campo, porque este es el lugar idóneo para encontrar fácilmente lo que buscan, ya que su principal alimentación son los insectos y las frutas y hortalizas.
Como en todo el reino natural y animal, existen múltiples
variedades de topo esparcidos por todo el planeta excepto en el hemisferio norte del planeta.
Estos animales son mamíferos de pequeño tamaño, no crecen
más de 20 cm, que carecen de vista, aunque poseen ojitos diminutos (De ahí la
expresión de “¡Ves menos que un topo!”), y de sentido auditivo. Debido a esto su
supervivencia se basa en el olfato y el tacto, el cual cabe decir que lo tienen
altamente desarrollado. Tienen unas pequeñas pero fuertes patas con largas y afiladas uñas, que las usan
para excavar túneles, alimentarse e impulsarse para salir fuera de su
madriguera.
Son criaturas nocturnas y solitarias que se alimentan
principalmente de insectos.
Durante la época de reproducción, la hembra suele tener
entre 3 a 5 crías por parto, a las cuales alimenta hasta sus 30 días de vida, que es cuando el cuerpo se recubre de pelo.