
Al atardecer, tras su jornada de alimentación, las
partidas de estorninos se dirigen por trayectos más o menos constantes al
dormidero, establecido año tras año en los mismos carrizales y arboledas, en
donde pueden reunirse varios millares.
A finales de invierno, las aves se dirigen al norte
para efectuar la reproducción; entonces, la vivacidad del Estornino Pinto sigue
siendo inagotable. Su carácter pendenciero origina disputas sin fin. La
ocupación de orificios de árboles, donde oculta su nido, es causa de
contiendas. Se comprende que una colonia de estorninos no favorezca la vecindad
de otras especies. Tras la reproducción, los ruidosos bandos se reagrupan y
vagabundean hacia el sur en busca de recursos alimenticios.
Identificación: Plumaje iridiscente, púrpura, verde
y azul, densamente salpicado de blanco o ante en invierno y más marcadamente en
la hembra que en el macho; andadura espasmódica, vuelo rápido y recto, a veces
alternando con planeo.
Nidificación: Generalmente cría en colonias poco
densas. El macho construye un nido poco cuidado, con hierbas secas y pajas, en
oquedades de árboles, acantilados o edificios; la hembra reviste el nido con
plumas o musgo y pone, de abril a mayo, de 5 a 7 huevos azul pálido;
incubación, 13 días, por ambos padres, que también alimentan a los pollos;
éstos vuelan en unos 21 días; generalmente dos crías.
Alimentación: Insectos, lombrices, arañas,
caracoles, babosas, frutos, semillas, raíces y bayas. En invierno, granos y
aceitunas.
"Este artículo lo ha escrito nuestro compañero José Antonio Peinado Crespo"