Buenos días chicos, voy a contaros
cómo surgieron las constelaciones de la “osa mayor” y la “osa menor”, según la mitología griega.
Pero antes os explicaré un poco sobre ellas:

En el caso de “la osa mayor”, la estrella más luminosa es
Alioth, una vez localizada es fácil observar como las estrellas forman como una
especie de “carro”, que es el nombre con
el que comúnmente se llama a esta constelación.

Los aficionados a la astronomía saben identificar estas
constelaciones rápidamente ya que ambas “osas” se encuentran al lado de
“Casiopea” una constelación en forma de “M”.
¿Y qué historia
tienen estas constelaciones?
Pues cuenta la leyenda
griega que Zeus, dios supremo y padre de los dioses, se enamoró de una joven y
guapa ninfa del bosque llamada Calisto, tuvieron un romance y ella quedó en
cinta.
Pero Zeus tenía mujer,
Hera, la reina de los dioses. Ésta era conocida por sus celos y rencor con las
amantes de su esposo y los hijos de éste.
Como era de esperar
cuando Hera se enteró de este romance, convirtió a Calisto en un gran oso sin
saber que Calisto había tenido un bebé de Zeus, llamado Arcas.
Arcas se hizo mayor y
un buen cazador, un día se topó con un oso en el bosque e ignorante de lo
ocurrido, apuntó con su flecha al oso para matarlo, no sabía que al animal al
que iba a matar era realmente su madre.
Pero antes de que la
flecha de Arcas se disparase apareció Zeus, y éste le contó lo que había
ocurrido años atrás.
Para que Hera ni
ningún otro ser le hiciese daño a Calisto, Zeus la cogió de la cola y la lanzó
a las estrellas para protegerla, pero Zeus sabía que si Arcas seguía vivo y
Hera descubría de su existencia también podrían hacerle daño así que transformó
a Arcas en oso y lo lanzó junto a su madre.
Al enterarse de esta
traición Hera le pidió a Poseidón que Calisto (convertida en Osa mayor) nunca
tocara el mar, por eso a esta constelación nunca se le ve tocando el horizonte.