El Lobo, la Nana y el Niño

Se encontraba caminando en el bosque un pobre lobo hambriento en busca de comida, hasta que de  pronto, hasta que pasó por una casa donde escuchó a un niño que lloraba y a su nana que lo consolaba diciendo:

- "No llores mi Niño porque si no, te llevo donde esta el Lobo".

Creyendo el lobo que aquellas palabras eran una comida segura, se alegró y espero al lado de la cabaña por muchas horas para que le entreguen la deliciosa presa. Entrada la noche, la nana estaba arrullando a su niño para que duerma y le cantaba:

- "No mi Niño, si viene el Lobo, lo mataremos..."

El Lobo sorprendido al escuchar dichas palabras, siguió su camino muy enfadado, y meditando se dijo:

- "Vaya, en esta vivienda dicen una cosa, y después quieren hacer otra muy diferente."

Moraleja:

No creas en todo lo que oyes de la gente, asegúrate si es verdad. Mucho más importante que las cosas que decimos, son los buenos actos que tenemos hacia las personas. No debemos confiarnos en recibir fácilmente alguna cosa, no sin antes asegurarnos si verdaderamente lo vamos a recibir para no caer en ilusiones vanas. 

Fuente: Fábulas de Esopo