El diamante Mandarín (Taeniopygia guttata)

Hoy hablaremos sobre el Diamante Mandarín ese pajarillo que pía como el pito de los muñecos de goma, son pájaros muy graciosos.

Hay dos subespecies de diamante mandarín:
Taeniopygia guttata guttata que se encuentra principalmente en Indonesia y es de tamaño más pequeño
Taeniopygia guttata castanotis que se encuentra en Australia y es de tamaño más grande.

Características:

Existen 3 variedades principales entre los diamantes mandarines: dominó, moñudo y enmascarado, entre otros.

Suelen medir entre 10 a 12 cm.
Existe un claro diformismo sexual en estas aves, ya que son bastante fáciles de identificar machos de hembras por solo los colores del plumaje.

La hembra suele tener el plumaje gris y el pico rojo pálido, el macho por el contrario contiene una variedad de colores mayor que la hembra, por ejemplo, suele tener la pechuga negra, el pico rojo, rallas en los costados y mejillas anaranjadas  o marrones.


El hábitat:

El diamante mandarín suele ser un ave bastante juguetón, por lo que puede llevarse bastante tiempo piando*, (*el canto de este animal me recuerda al pitido de los muñecos de goma) le gusta saltar de un lado a otro y volar, por eso es recomendable tenerlos en una jaula muy grande o pajarera.
Hay que proveer su jaula con arbustos zonas herbáceas, muchas perchas, bañera, comederos y bebederos.
Al ser un ave sociable puede convivir perfectamente con machos si la jaula es grande, si no, conviene separarlos y que convivan con 1 o 2 hembras.

La alimentación:

En cuanto a la alimentación, son granívoros pero no descartemos complementar esta alimentación con: pasta de huevo, vegetales verdes (les encanta), e incluso pan mojado en un poco de leche. En épocas de cría es bueno darle huevos de hormiga y granos germinados.
No olvidar los complementos alimenticios y los minerales.

Reproducción:

Este pájaro es uno de los más fáciles en cuanto a reproducción se refiere, puede criar en casi cualquier época del año.

Provéeles de un nidal, fibra de coco y soga de sisal, así ellos podrán crear su propio nido.
La puesta suele ser de 4 a 6 huevos*, (*raramente salen todos los huevos adelante), que eclosionan al cabo de 12 días aproximadamente.
Los polluelos abandonan el nido a los 20 días de vida y sus padres siguen alimentándolos durante 2 o 3 semanas más.

Una vez que adquieren el plumaje completo y se les ve claramente los colores*(3 meses aprox) os aconsejo que los separéis por sexos hasta que sean adultos y podáis juntarlos con los demás.