La Chinchilla

Estos roedores suelen ser amigables, curiosos y fáciles de cuidar. Su pronóstico de vida es de 15 a 20 años y pueden llegar a medir de 22 a 25 cm.

Carácter: son tímidos y muy sensibles a movimientos bruscos, así que no son buenas mascotas para los niños pequeños. Son nocturnos, duermen por el día y a media tarde empieza su vida.

Suelen ser roedores que requieren la compañía de otro de su raza, aunque pueden vivir solos.

Trato con personas: requiere una adaptación de mínimo 2 días a su nuevo entorno, por eso no debe ser molestado. Después de eso deberías empezar a hablarle y luego acariciarle. Ten en cuenta que su carácter implica la desconfianza, así que puede morderte.




Hábitat: les gusta vivir en un área espaciosa, de más de una planta, con mucho espacio para el ejercicio. Proporcionarle un nido para dormir le hará sentirse seguro.
Cómo les gusta mucho morder conviene que los barrotes de la jaula sean fuertes para que no se escapen.

Su vivienda debe estar limpia y desinfectada de manera regular ya que como todos los roedores suelen ser propensos a coger “piojillos”. Usa un desinfectante después de lavar la jaula. Si la chinchilla se arrasca mucho suministrarle algún tipo de spray aptos para ellos.

Juego: suelen esconderse, explorar, correr, saltar, etc… por lo que en su “casa” convendría que tuviese bastantes juguetes para poder realizar sus ejercicios. Les gusta mucho morder así que comprale  juguetes de madera.

Comida: suelen llevar una dieta equilibrada a base de heno y bolitas de pienso. Se le pueden dar frutas secas, verduras y cereales en pequeñas cantidades.

El cambio de dieta debe ser muy estricto, necesitas 10 días para que se adapte a la nueva comida, así que tendrás que ir mezclando el pienso antiguo con el nuevo hasta que se acostumbre al nuevo.